Cambiar una bañera por un plato de ducha puede parecer un cambio pequeño, pero marca una gran diferencia en el día a día. Si te estás planteando una reforma en tu cuarto de baño, esta decisión puede mejorar tu confort, accesibilidad y seguridad. En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre este tipo de reforma, paso a paso y sin complicaciones.
Ventajas de cambiar bañera por plato de ducha
Una de las principales razones para cambiar una bañera por un plato de ducha es la comodidad. Subir y bajar de la bañera puede ser complicado, sobre todo para personas mayores o con movilidad reducida. En cambio, una ducha a ras de suelo facilita el acceso y es más segura.
Otra gran ventaja es el ahorro de espacio. Un plato de ducha moderno ocupa menos que una bañera tradicional, lo que permite ganar metros en baños pequeños. Además, facilita la colocación de muebles auxiliares y mejora la circulación dentro del cuarto de baño.
Y no olvidemos el consumo de agua. Ducharse suele gastar menos agua que llenar una bañera, algo que se nota tanto en la factura como en el medio ambiente.
Cómo cambiar la bañera por plato de ducha paso a paso
Si has decidido cambiar una bañera por un plato de ducha, lo mejor es contar con un servicio de reformas profesional. El proceso requiere conocimientos de albañilería y fontanería, y una mala instalación puede causar problemas a largo plazo.
1. Retirar la antigua bañera
El primer paso es quitar la bañera y poner el espacio a punto. Esto implica retirar la bañera, desmontar la grifería de la bañera, y eliminar los azulejos del faldón. Es importante hacerlo con cuidado para no dañar las tuberías ni el revestimiento del resto del baño.
2. Fontanería y desagüe
Una vez retirada la bañera, se adapta la tubería del desagüe a la nueva posición del plato de ducha. Esto puede implicar modificar la válvula de desagüe o elevar un poco el plato si el sistema no permite hacerlo a ras de suelo.
3. Nivelar el suelo y alicatado
Antes de colocar el nuevo plato de ducha, se debe nivelar el suelo. Esto asegura una correcta instalación y evita filtraciones. Si el cambio afecta a los azulejos originales, se puede hacer un nuevo alicatado que se adapte a tu nuevo diseño.
4. Instalar el plato de ducha
Llega el momento de instalar el plato de ducha. Los más recomendados son los de resina, platos de ducha de carga mineral o platos de ducha de piedra, por su resistencia y estética. También hay platos de ducha acrílicos, más económicos pero menos duraderos.
Asegúrate de elegir un plato de ducha antideslizante para mayor seguridad. Algunos modelos incluso ofrecen hasta 10 años de garantía.
5. Colocar la mampara de ducha
Para evitar salpicaduras y dar un toque elegante, se instala una mampara de ducha. Hay opciones abatibles, correderas y fijas, según el espacio disponible y tu estilo.
6. Adaptar la grifería
Por último, se adapta la grifería a la altura adecuada. Esto puede implicar mover el punto de agua y ajustar el adhesivo en la pared para un acabado limpio y estético.
Elegir un plato de ducha: materiales y acabados
Hoy en día, cambiar una bañera por un plato de ducha también es una oportunidad para renovar el estilo de tu baño. Los materiales y acabados han evolucionado mucho.
Puedes elegir entre platos de ducha ras de suelo, de carga mineral, de piedra o acrílicos. Todos presentan ventajas, y la elección depende del presupuesto, la estética que buscas y la durabilidad deseada.
Estéticamente, los platos de ducha modernos se integran perfectamente en cualquier diseño y son muy fáciles de limpiar. Además, puedes combinar el color del plato con los azulejos del revestimiento para un look uniforme.
Leroy Merlin y otras opciones
Muchos clientes preguntan si pueden hacer este cambio por su cuenta comprando el plato de ducha en tiendas como Leroy Merlin. Aunque estas tiendas ofrecen opciones económicas, es fundamental contar con un equipo de profesionales para hacer el trabajo.
Un mal sellado, una mala instalación del desagüe o no nivelar correctamente el suelo pueden traer problemas como filtraciones o moho.
Recomendaciones prácticas para hacer el cambio de bañera
Aquí te dejamos algunos consejos útiles si vas a cambiar tu bañera por una ducha:
- Revisa bien el espacio disponible antes de elegir el nuevo plato.
- Si hay personas con movilidad reducida en casa, elige un plato de ducha antideslizante y a ras de suelo.
- Usa productos de limpieza adecuados para mantener el plato en perfecto estado.
- Consulta las últimas tendencias en un showroom si quieres darle un toque moderno a tu baño.
- Asegúrate de que la válvula de desagüe sea compatible con tu nueva instalación.
Un baño adaptado a tus necesidades
Cambiar una bañera por un plato de ducha no solo es una mejora estética. Es una apuesta por la seguridad, la accesibilidad y el confort. Tanto si lo haces por necesidad como por gusto, el resultado será un baño más moderno, práctico y relajante.
Este tipo de reforma también es ideal si estás pensando en una reforma integral. Puedes aprovechar para cambiar los muebles, renovar los azulejos y modernizar la grifería.
¿Cuánto tiempo lleva hacer el cambio?
El cambio de bañera por ducha suele durar entre 1 y 2 días si lo hace un equipo profesional. Todo depende del estado del baño y si hay que hacer trabajos adicionales como retirar azulejos o cambiar la fontanería.
Para quién es ideal este cambio
Este tipo de reforma es perfecta para:
- Personas mayores o con movilidad reducida, ya que mejora mucho la accesibilidad.
- Quienes buscan un baño más moderno y fácil de limpiar.
- Familias que quieren aprovechar mejor el espacio.
- Propietarios que desean revalorizar su vivienda.
El toque final: diseño y accesorios
Al final del proceso, puedes añadir elementos que completen el cambio, como muebles auxiliares, estanterías o una ducha termostática. Elige elementos que mejor se adapten a tu estilo de vida y gustos.
Recuerda que el diseño puede ser sencillo y relajante sin renunciar a la funcionalidad. Cambiar la bañera por un plato de ducha puede ser el primer paso para tener el baño que siempre has querido.
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Conclusión: Haz el cambio pensando en tu bienestar
Cambiar una bañera por un plato de ducha es una decisión que mejora tu día a día. Ya sea por seguridad, estética o comodidad, este cambio es una inversión que vale la pena.
Si aún lo estás pensando, recuerda que lo más importante es que tu baño se adapte a ti y a tu familia. Un espacio accesible, fácil de mantener y donde puedas disfrutar de un momento de relax.
Haz el cambio con profesionales, cuida cada detalle y disfruta de tu nuevo espacio. Porque salir de una bañera ya no tiene por qué ser un esfuerzo.
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